Antes de conocerte, solía darle vueltas a la cabeza pensando quién sería la persona que me marcaría.
Alguien una vez me dijo que la primera persona de la que te enamoras es inolvidable, que se queda grabada en ti para siempre.
Y yo, miraba a mi alrededor y pensaba que ninguno de ellos sería. Incluso al conocerte no pensé que fueras a ser tú.
Pero ahora sé que sí. Que fuiste tú ese verano, y que eres tú siempre. Que podré estar con uno, dos, o cien más y que siempre vas a estar ahí. Yo no creo que pueda sustituirte, pero eso no se puede saber, porque nunca sabes que te tendrá preparado el futuro. Aunque dudo mucho que sea algo mejor que tú. Eso sí, una cosa si te puedo asegurar, no te voy a olvidar. Pase lo que pase, no lo haré. Porque es imposible borrar del recuerdo momentos tan perfectos como los que viví contigo. De esos que piensas que son sacados de una película.
Yo no sé si volveremos a coincidir o si nos haremos coincidir a posta, lo que sí sé, es que tú fuiste mi primero. Que lo he intentado con más, pero que aunque les quiera, no pueden significar los mismo que tú.
Y ahora miro atrás, recuerdo todos los momentos, recuerdo el invierno y el verano, nuestros besos, tu risa. Y sé que tú eres la persona que me ha marcado. Pero también sé que no es bueno quedarse mirando atrás. Que el presente tiene sus cosas buenas, y que aunque no lo sean tanto como tú también merecen la pena. Sé que el futuro es impredecible y ya llegará lo que tenga que llegar. Mientras tanto me encargaré de vivir todas las experiencias que pueda, para sentirme orgullosa de mí, de mi actitud y de mi manera sana de quererte.
