Querido y esperado verano:
Hace una semana que empezaste, pero no he tenido hasta
ahora oportunidad para escribirte.
Has llegado como siempre un día caluroso y feliz de junio.
Llegaste arrasando. Con las ganas de piscina, de helados, de vacaciones, de
playa y de sombra...
Esta carta no es para describirte, es para pedirte. Lo que
más deseo es que seas igual o mejor que el año pasado, que des calor, pero sin
pasarte. Que me hagas vivir momentos increíbles, para recordarlos. Que vea
mucho a mi esposa y a las CARIS en general. Que me divierta con
los chewinggum. Que por fin podamos comprarnos tres peluches de pitufos.
Que aunque parezca increíble podamos volver a pasar toda una tarde
con una botella de batido...
¡Ah! Que no se te olviden mis dos pitufas que empiezan por M
y acaban por A, regálame muchos momentos con ellas porfa. Regálame
muchas tiradas a la piscina, muchas pelis en el cine y mucha ropa.
Creo que no se me olvida nada, no te pido mucho, sólo que me
hagas reír.
Sé inolvidable... Un saludo.
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